martes, 18 de septiembre de 2007

Abramos el Café de Nicanor

Yo vi un ave
que süave
sus cantares
a la orilla de los amres
entonó
y voló...
Y a lo lejos,
los reflejos
de la luna en alta cumbre
que, argentando las espumas
bañaba de luz sus plumas
de tisú...
¡y eras tú!
Y vi un alma
que, sin calma,
sus amores
cantaba en tristes rumores;
y su ser
conmover
a las rocas parecía;
miró la azul lejanía...
tendió la vista anhelante,
suspiró,
y cantando amante
prosiguió...
¡y era yo!
¡Cómo no empezar este bohemio sitio sin hacerlo por lo que me enseñó qué era el fin del bohemio!
Esa indescriptible sensación de dolor tan atrayente y detestada a la vez, ese palpitar que te destroza el pecho pero te deja un regusto aguardientado, ese mal mayor que hace que decir mi vida es una mierda quede banal y se prefiera un mi fin es un planeo hacia el abismo de la desidia. Tan cursi y adornado que hasta a tí te repugne. Eso, amigos mios, eso es la bohéme; ese lugar donde se pueda decir que el mayor don de la vida es una mujer, y a la vez, el peor de los castigos.

Empecemos amigos, por hablar del amor...

5 comentarios:

Ophelia dijo...

te lo inauguro... un café... una charla con los efluvios que emana un cigarro y la risa... qué mas se puede pedir?

teseo, il poeta dijo...

la compañía de una damisela
tan fastuosamente bella
como peligrosa,
que aunque ría, llore, cante, duerma...
se envenene cuando se muerda;
una rosa,
que en temas de vestir me mande
y cuando mire haga apagar una estrella

Ophelia dijo...

que tal el concierto??

teseo, il poeta dijo...

al final no fui.

Ophelia dijo...

los 5 primeros corregidos estan publicados!! manifiestate!! hahaha... besotes